Saturno

Siempre me ha gustado escribir. Debo admitir que, cuando empecé a hacerlo a mis 13 años me interesaba más la idea de ser escritora que cualquier otra cosa, sin saber que unos años más tarde se transformaría en mi principal consuelo. No creo que sea una tragedia ni una cursilería, es la forma en que se dieron las cosas. 

Tenía un cuaderno "universitario" de trescientas hojas de Julieta que llevaba a todos lados con la finalidad de atrapar el más pequeño de los pensamientos y, cuando tuve un acceso más fluido a internet, hice mi primer blogspot como muches otres. Varios son ahora el último bastión del conocimientos compartidos sin la finalidad de sacar ningún tipo de retribución de por medio, cadáveres de una forma antigua y un poco más positiva de ver el internet y la forma que interactuábamos con la tecnología. 

Tuve dos blogs, uno híbrido entre lo que son experiencias cotidianas y poesía, y otro que es poesía y un poquito de narrativa. Cuando pensé en abrir un nuevo blog, por nostalgia y porque sirve como un archivo digital, me pregunté si debía re-editar sus contenidos (de hecho, tuve un wordpress donde revisité varios poemas), pero al entrar y ver nuevamente los escritos sentí mucha ternura y hasta me conmoví. Será que acabo de salir de mi retorno de Saturno, pero la pequeña caqui no me da vergüenza sino que, en muchas ocasiones, es casi una maestra. La defendería hasta la muerte. Es por eso que decidí abrir este espacio para cosas nuevas y dejar de reinventar mi pasado, que es casi lo mismo que pararle la mano a mi obsesión con volver a esos años. Ya no puedo cambiarlo, aunque me encantaría. Igual no descarto la aparición de pequeñas cápsulas del tiempo.  

He dejado mis otras pieles a la vista del mundo, pueden visitarlas sabiendo que mucho de lo que hay allí ha cambiado enormemente, de la misma forma en que lo he hecho yo. Estoy orgullosa de lo lejos que he llegado y quiero ver eso reflejado en todo lo que sea posible, pero aun más estoy contenta de haber transitado los caminos que me han tocado. 

Híbridas Quimeras (2013-2016)

Basiliscordis (2018-2019)

¿Qué pasó con los años perdidos?

O estaba tratando de editar lo ya escrito, o estaba escribiendo con vergüenza o estaba deprimida. Pero siempre he escrito, sino es poesía, son rabietas en mi diario, mosaicos en mi scrapbook o dibujando seres en mi croquera. 

El 2019 empecé a leer las cartas con una retribución de por medio después de mucho tiempo regalando lecturas y usándolas en la confianza de les amigues y la familia, esto pasó porque la pandemia se llevó otras posibilidades de trabajo formal. Curiosamente, usé el nombre de mi blog de entonces como seudónimo. Fue como un augurio, ya que se ha transformado en otro medio artístico para mí: si ahora escribo menos es porque muchas veces canalizo gran parte de mi sensibilidad leyendo el tarot, por algo también recomiendo mucho leer poesía a todes quienes me piden consejo para aprender. Ambos oficios se tratan de descifrar símbolos y señales, de juntar imágenes escapando de lo aparente. 

En la actualidad, sigo leyendo cartas, pero también hago otras cosas. Entre todo esto, quiero volver a compartir.

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